Las luces se apagan en el pueblo,
desaparece la última claridad.
Pequeñas procesiones de vecinos
se deslizan como sombras
que proyectan sus lámparas de mecha azul,
sobre los muros de adobe, las paredes
de quincha, los pisos de tierra y de soledad.
Duran horas las visitas, son parloteos
a media voz, con café casi siempre,
a veces anís. Juegan los infantes en la calle
con bolitas de colores que brillan en la oscuridad.
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De mis manos brotarán amapolas rojas como la sangre así quizás mi poesía sea eterna MI POESÍA SOY YO FANNY JEM WONG LIMA - PERÚ