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EL HAIKU: BREVE EXPRESIÓN DE LO SUTIL POR ALFONSO CISNEROS COX |
EL HAIKU: BREVE EXPRESIÓN DE LO SUTIL POR ALFONSO CISNEROS COX
FUENTE : https://alfonsocisneroscox.blogspot.com/2009/09/el-haiku-breve-expresion-de-lo-sutil.html
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HAIKU
俳句
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La forma poética que nos llega con claridad directa y espontánea, cautivándonos desde el primer instante, es el haiku.
Poesía pura, dicen algunos autores, sin engranajes intelectuales ni
formas artificiosas que hay que aprender mediante un proceso de
racionalización. Estos breves poemas poseen la magia de transportarnos
inmediatamente, desde el primer momento, al goce estético.
Poesía
nacida en Oriente, pero que ha tenido y tiene proyección universal; se
desarrolló en Japón. No se conoce con exactitud el período ni la época
en que aparece este género literario, pero muchos estudiosos coinciden
en afirmar que se desprende del tanka y del haikai-renga,
estrofa esta última llamada comúnmente encadenada. La forma tanka se
compone de cinco versos que obedecen a la siguiente estructura métrica:
5, 7, 5, 7, 7 sílabas. Se supone que el primer tanka, o mínima estrofa
encadenada, fue compuesto durante el reinado del emperador Gotaba
(1186), con la participación de dos personas: el poeta Yakamochi y una
monja.
La monja escribió las tres primeras líneas y Yakamochi las dos restantes.
Maldiciendo
el rio Saho
siembra el arrozal:
la primera cosecha
será devorada por el mismo
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Maldiciendo el rio Saho siembra el arrozal: la primera cosecha será devorada por el mismo |
Esta
primera mínima estrofa encadenada dio inicio a la primera tradición del
renga, en la cual participaban como mínimo tres personas. Llegó a ser
la forma poética más importante de la época y su composición siguió
vigente durante los siguientes ochocientos años, al lado del tardío
haiku.
Dos poetas ampliamente conocidos, Sadaie y Sadake,
hicieron rengas de 50 a 100 versos estableciendo las reglas de esta
composición. Para la elaboración del renga era necesario poseer destreza
y espontaneidad en la construcción de los poemas, haciendo juegos en
las palabras donde deberían aparecer mencionadas la luna, flores del
cerezo, malva, nieve etc. La estrofa encadenada se desarrolló con
firmeza hasta alcanzar una forma poética sutil, complicada y regida por
códigos muy minuciosos. En su estructura se alternaban estrofas de tres y
dos versos, indefinidamente. La estrofa inicial de tres versos del
primer poema se denominó hokku. Donald Keene nos dice al
respecto: «El hokku no deberá estar en desacuerdo con la topografía del
lugar, sean las montañas o el mar que lo domine, ni con las flores que
vuelan o las hojas que caen de las hierbas y árboles propios de la
estación, ni con el viento, las nubes, la niebla, la bruma, el rocío, la
nieve, el frío, el calor o el cuarto de luna. Los objetos que suscitan
una reacción pronta son los más interesantes para que se les incluya en
el hokku; así los pájaros primaverales y los insectos otoñales. Pero el
hokku no tiene mérito si ha sido preparado de antemano».
Los
requisitos para la segunda estrofa eran menos exigentes; los versos
tenían que estar en estrecha relación con los de la primera y terminar
con un sustantivo. La tercera estrofa era más independiente y terminaba
con un participio. La cuarta tenía que ser suave. Debido a las
complicadas formas del renga, la luna tenía que aparecer en una
determinada estrofa; la flor del cerezo no se podía mencionar antes de
determinado punto; el otoño y la primavera habían de repetirse en no
menos de tres estrofas sucesivas, pero no en más de cinco, mientras que
el verano y el invierno debían ser mencionados más de una vez. Las
reglas se multiplicaron hasta el punto de derivar en un simple juego y
hacer de la creación un rompecabezas formal. A pesar de esto, hubo
excepciones para escribir gran poesía, especialmente la de Sogi, el
maestro de la estrofa encadenada, y la de los poetas Sokan y Moritake.
Todavía hay nieve
las laderas de las montañas están brumosas
es el atardecer
(Sogi)
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Todavía hay nieve las laderas de las montañas están brumosas es el atardecer (Sogi) |
El agua corre lejana
junto a la aldea olorosa de ciruelos
(Shokaku)
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El agua corre lejana junto a la aldea olorosa de ciruelos (Shokaku) |
En la brisa del río,
un grupo de sauces;
nace la primavera
(Socho)
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En la brisa del río, un grupo de sauces; nace la primavera (Socho) |
El ruido de un bote de pértiga
claro en la clara luz de la mañana
(Sogi) |
El ruido de un bote de pértiga claro en la clara luz de la mañana (Sogi) |
El
haiku, breve poema compuesto por tres versos de 5, 7, 5 sílabas, se
desprenden de la primera estrofa del renga llamada hokku y que dio pie a
una serie de composiciones tradicionales. Muchos maestros de este arte,
cuando viajaban solos, componían sus poemas y los compilaban
separadamente del renga. Es así que a falta de compañía, los maestros
escribían una serie de hokkus independientes de las estrofas
encadenadas.
Luna de estío
si le pones un mango:
un abanico
(Sokan)
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Luna de estío si le pones un mango: un abanico (Sokan) |
La
disposición silábica en estas composiciones era la preferida en el
antiguo Japón, en parte porque la repetición de 7 expresaba la
regularidad de la naturaleza y la alternancia de 5 y 7 su irregularidad.
Muchos estudiosos denominan al haiku poesía de las estaciones debido a
que su referente se encuentra ligado a la naturaleza. En cada poema
siempre es necesario resaltar un elemento que identifique cada época del
año (al que los poetas denominaban kigo). Cada vez que se escribía un
poema en verano había que hacer mención al canto del cuclillo, de las
alondras, la peonía, las chicharras, ranas y luciérnagas. Con la
primavera iban asociadas la floración del ciruelo, los cerezos, los
sauces, las golondrinas, el ruiseñor, la mariposa, la bruma. Cuando era
otoño, los crisantemos, las garzas, el plenilunio de agosto, y en
invierno: la nieve, la escarcha, el viento glacial, los campos
desolados.
De esta manera el haiku se organiza y
nombra el mundo no describiéndolo, sino articulando ciertos mecanismos
que le imprimen al texto un halo de sugerencia y de belleza.
Una
de las características más resaltantes de estos poemas es su capacidad
de despertar una emoción estética por vía de la sugerencia donde el
lector completa con su mirada el sentido no dicho. Son tres experiencias
que se manifiestan en cada texto: la del poeta, la de la naturaleza y
la del lector. Tres experiencias que enriquecen en alto grado la
participación y la visión de lo referido.
Estos
breves enunciados aparecen como puntos de partida que se abren para que
el lector penetre y elabore el mundo a través de su propia
existencialidad. Como dice Octavio Paz: «La imperfección es la cima» y
completa: «Esa imperfección que se ha visto, no es realmente imperfecta:
es voluntario inacabamiento. Su verdadero nombre es conciencia de
fragilidad y precariedad de existencia; conciencia de aquel que se sabe
suspendido entre un abismo y otro».
Es por eso que
muchos poemas que parecen curiosamente pasivos, van destinados a
nosotros para que especifiquemos la verdad apenas dicha.
Muchos
poetas japoneses lograron imprimir palabras con eficacia a semejanza de
los pintores y, como ellos, mediante simples trazos sugerir todo un
mundo.
Noviembre...
las cigüeñas pensativas
paradas en fila
(Kakei)
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Noviembre... las cigüeñas pensativas paradas en fila (Kakei) |
El
haiku nombra el mundo real objetivo, rehuyendo toda mención culta que
asocie el poema a la subjetividad del romanticismo o a un preciosismo
exagerado. A diferencia del tanka, caracterizado por ser una composición
más lírica y exclusiva, el haiku se adentra más en lo cotidiano, en lo
simple, en la misma realidad de las cosas: la luna, las flores del
cerezo, el cielo de otoño, la noche, las garzas, los pinos.
Una flor caída
a su rama la veo regresar;
¡mas no, era una mariposa!
(Moritake)
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Una flor caída a su rama la veo regresar; ¡mas no, era una mariposa! (Moritake) |
Suzuki recuerda que el haiku es una especie de satori
o iluminación lograda por un choque de contrarios propios de la
filosofía Zen, pero agrega: «Un haiku puede ser grave o alegre,
religioso, satírico, amoroso, piadoso, irónico o melancólico, pero
siempre deberá implicar el más alto sentimiento poético».Nubes blancas
en las praderas;
¡oh! las flores de lis
(Shiko)
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Nubes blancas en las praderas; ¡oh! las flores de lis (Shiko) |
En
este tipo de composición, el solo nombrar las cosas, enunciarlas con
sencillez, hace que se despierte en nosotros el más puro sentimiento
poético, con una profundidad que develará el ojo del lector.
Este camino
nadie ya lo recorre;
salvo el crepúsculo
(Bashõ)
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Este camino nadie ya lo recorre; salvo el crepúsculo (Bashõ) |
Hablar
de los mecanismos de sentido del haiku es difícil, a pesar de lo breve
de sus estrofas. Generalmente se alude a una descripción en sus dos
primeros versos, para luego romper la continuidad de lo expuesto en el
tercer verso, denominado por muchos estudiosos como el factor sorpresa, ya que desarticula el esquema lógico consecutivo, impregnándole sugerencia y amplitud.
Pero
esta característica no es norma que uno pueda generalizar, ya que se
correría el riesgo de encuadrar estas composiciones en moldes
esquemáticos, restándoles frescura y espontaneidad.
Sobre una rama seca
un cuervo se ha posado:
Atardecer de otoño
(Bashõ)
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Sobre una rama seca un cuervo se ha posado: Atardecer de otoño (Bashõ) |
Lo
cierto es que el haiku alude a las cargas simbólicas propias de la
cultura oriental referidas a la naturaleza. Así, la luna, por ejemplo,
posee una carga de sentido independiente del contexto del poema y se
expresa por sí sola. Culturalmente la luna se relaciona con la
femineidad, sensualidad, misterio, luminosidad, delicadeza,
fugacidad. Por otro lado, el pino dentro de la cultura oriental designa
masculinidad, permanencia, estatismo, longevidad, grandeza, y la noche
se manifiesta como símbolo de oscuridad, misterio, irracionalidad,
reposo, muerte, invisibilidad. El poeta, entonces, logra articular estos
símbolos y describirlos de tal forma que llega a producir el goce
estético, gracias a su capacidad intuitiva y generadora de los recursos
que él logra manejar en cada poema.
Contra la noche
la luna azules pinos
pinta de luna
(Ransetsu)
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Contra la noche la luna azules pinos pinta de luna (Ransetsu) |
Por
eso el haiku es intuitivo, conciso y siempre está atento a los símbolos
naturales que nos ofrece su carga de sentido. El poeta, en el momento
de la creación, no llega a advertir racionalmente los mecanismos de
significación, ya que lo poético reacciona muchas veces
involuntariamente: la niebla, las flores del cerezo, el mar, la lluvia,
los ríos, las nubes, nos seducen porque nuestros sentimientos y nuestras
más profundas vivencias se hallan simbolizados allí.
El mundo del rocío
es un mundo de rocío, sin embargo,
sin embargo
(Issa)
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El mundo del rocío es un mundo de rocío, sin embargo, sin embargo (Issa) |
Muchos
géneros existen dentro de esta producción poética. Poemas patéticos,
satíricos, humorísticos, íntimos, descriptivos, filosóficos, prosaicos,
etc., pero todos manteniendo una viva expresión.
¡Ni flores ni luna!
él está
bebiendo solo
(Bashõ)
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¡Ni flores ni luna! él está bebiendo solo (Bashõ) |
La
variedad temática del haiku le permite tener un desarrollo inagotable.
Estéticamente estos poemas responden al sentimiento de la filosofía Zen.
Sus temas sugieren la fugacidad del tiempo, la fragilidad de la vida,
su contingencia y sutileza de sus manifestaciones más inmediatas.
Admirable aquel
que ante un relámpago
no dice: ¡la vida huye!
(Bashõ)
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Admirable aquel que ante un relámpago no dice: ¡la vida huye! (Bashõ)
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Existen
cuatro principios primordiales que rigen la estética de la poesía
oriental: el sabi, el wabi, el mono-no-aware y el yugen.
El sabi
está impregnado por el espíritu de sencillez y austeridad. El
aislamiento actúa como forma de internamiento y depuración, para poder
observar con más profundidad las cosas que nos rodean.
Aroma de aguas.
Inútil ya cortar
un crisantemo
(Bashõ)
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Aroma de aguas. Inútil ya cortar un crisantemo (Bashõ)
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El wabi
representa el espíritu de soledad; aquella percepción conmovedora del
lugar común. Este principio participa como un homenaje a lo humilde.
Noche de primavera:
un transeúnte
sopla su flauta
(Shiki)
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Noche de primavera: un transeúnte sopla su flauta (Shiki)
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El mono-no-aware
es la esencia de tristeza que nos deja el sentido de fugacidad de las
cosas; ese sentir que hemos perdido algo que tuvimos. El haiku es tal
vez la poesía donde el mono-no-aware se siente con mayor fuerza, porque
para aquellos que aprecian el haiku, lo sentimental va acorde con lo
intenso.
Ved, ved la luciérnagas
quisiera decir,
pero estoy solo
(Taigi)
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Ved, ved la luciérnagas quisiera decir, pero estoy solo (Taigi)
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Y el yugen refleja el sentido de la quietud mística de las cosas. Sentido metafísico que se puede conseguir con la meditación.
El yugen nos sugiere el sentimiento de una honda comunión con la naturaleza, un descenso hacia las profundidades.
Pájaro y mariposa
desconocen esta flor:
Cielo de otoño
(Bashõ)
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Pájaro y mariposa desconocen esta flor: Cielo de otoño (Bashõ) |
Son
estos principios los que nos ayudan a percibir la esencia de la
sensibilidad oriental: el punto de partida. Pero la sensibilidad no se
comprende, nace en cada uno de nosotros como seres mortales afectados y
admirados por la existencia. Y como parte del universo tendemos a
nombrar las cosas para poseerlas y trascenderlas.
El
haiku, gracias a sus grandes representantes como Bashõ, Buson, Issa,
Shiki, Taigi, Moritake y otros grandes poetas del antiguo Japón, nos han
legado el principio de la síntesis. Ellos han abierto ese camino
atemporal de nombrar la realidad y expresarla en breves palabras. Pero
el sentido del haiku es hondo e inacabable y no posee fronteras. Siempre
cada texto nos remitirá a múltiples significaciones según la mirada y
la experiencia de cada lector. Frescura y profundidad siempre están
presentes en cada poema. Muchos poetas de occidente, deslumbrados por
esta manifestación, han seguido y siguen escribiendo haikus.
Como ejemplo más cercano recordemos los haikus del viejo Borges publicados en su libro de poemas La Cifra.
En el espacio
esa forma sin tiempo:
La luna nueva
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En el espacio esa forma sin tiempo: La luna nueva BORGES |
Y otro poema del mismo autor:
En el desierto
acontece la aurora:
Alguien lo sabe
Borges
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En el desierto acontece la aurora: Alguien lo sabe Borges |
Así también Octavio Paz publicó en Sólo a dos voces una serie de haikus bajo el título de "Un día en Udaipur"
Mujeres, niños
por los caminos: frutas
desparramadas
Octavio Paz
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Mujeres, niños por los caminos: frutas desparramadas |
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recreándonos con otro poema:
La ropa limpia
tendida entre las piedras
mírala y calla.
Octavio Paz
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HAIKU 俳句 - La
ropa limpia -tendida entre las piedras - mírala y calla. -Octavio Paz
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Otro
representante conocido por nosotros, es el poeta peruano Javier
Sologuren, quien además de traducir a los maestros japoneses, publicó en
su poemario Corola Parva una colección de poemas. De allí dos ejemplos exquisitos:
La tinta en el papel.
El pensamiento
deja su noche
Javier
Sologuren
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La tinta en el papel. El pensamiento deja su noche Javier
Sologuren |
¡Oh agua quieta,
que silencioso el mundo
en ti despierta!
Javier
Sologuren
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¡Oh agua quieta, que silencioso el mundo en ti despierta! Javier
Sologuren |
Escrito por: Alfonso Cisneros Cox