sábado, agosto 27, 2022

Poe3ía y Opinión: FRAGMENTOS DE MUDEZ por ERNESTO LOBO

 

FRAGMENTOS DE MUDEZ por ERNESTO LOBO 

 El silencio
cristal blanco
se ha quebrado…

FRAGMENTOS DE MUDEZ por ERNESTO LOBO 

El silencio
cristal blanco
se ha quebrado…

Poe3ía y Opinión: FRAGMENTOS DE MUDEZ por ERNESTO LOBO: El silencio cristal blanco se ha quebrado…   desde lo oscuro y profundo desde las sombras y las esquinas desde la mudez pers...

 

desde lo oscuro y profundo
desde las sombras y las esquinas
desde la mudez personal
ha saltado en pedazos…

desde lo oscuro y profundo
desde las sombras y las esquinas
desde la mudez personal
ha saltado en pedazos…

 

la faz furiosa
que habla
que grita
que acongojada
señala, apunta, indica…

la faz furiosa
que habla
que grita
que acongojada
señala, apunta, indica…

 

la cruz se ha llenado de sangre
las lágrimas recorren los rostros
mas la voz resuena fuerte
retumba, remece…
 
ya la última oración fue dicha
cayó fría sobre el altar de piedra…

 

la cruz se ha llenado de sangre
las lágrimas recorren los rostros
mas la voz resuena fuerte
retumba, remece…
 
ya la última oración fue dicha
cayó fría sobre el altar de piedra…

no hay un cuerpo más en hinojos
ni un alma encogida en las esquinas
tu voz
tu grito
rompió el silencio….

no hay un cuerpo más en hinojos
ni un alma encogida en las esquinas
tu voz
tu grito
rompió el silencio….



 

jueves, agosto 25, 2022

NOCTÍVAGO POR CARLOS ZUÑIGA SEGURA , TRADUCCIÓN DE STELIOS KARAYANIS

 
NOCTÍVAGO POR CARLOS ZUÑIGA SEGURA , TRADUCCIÓN DE STELIOS KARAYANIS
NOCTÍVAGO POR CARLOS ZUÑIGA SEGURA , TRADUCCIÓN DE STELIOS KARAYANIS

NOCTÍVAGO POR CARLOS ZUÑIGA SEGURA , TRADUCCIÓN DE STELIOS KARAYANIS

 
A la memoria de mi madre

A veces miro la calle Esther Festini solitaria.

Recuerdo a mi madre y su flor azul.

Pienso que sería maravilloso estar juntos otra vez,

amortajar la eternidad

al cabo de los hilos de la rueca.

Cuando ella se fue llovida de azucenas

la alta tierra quedó a oscuras.

No más amaneció el día llevando su antigua luz

a nuestros recodos desolados.

El tiempo de la soledad había llegado

con su ritmo febril de espadas invisibles,

incertidumbre y ausencia poseyeron

recónditos resquicios

de tiernas primaveras.

A veces miro la calle Esther Festini solitaria.

Me refugio en el aliento amoroso

que me aguarda.

Y con infinita ternura me duermo confiado

que la noche no es eterna.
 

ΞΕΝΥΧΤΗΣ

Στη μνήμη της μητέρας μου
Κάποτε κοιτάζω τον ερημικό δρόμο Έστερ Φεστίνι.

Θυμάμαι τη μητέρα μου και το γαλάζιο της λουλούδι.

Σκέφτομαι ότι θα ήταν υπέροχο να ήμασταν μαζί γι’ άλλη μια φορά,

και να σαβανώνουμε την αιωνιότητα

ξετυλίγοντας τις κλωστές απ’ το αδράχτι.

Όταν εκείνη έφυγε λουσμένη με κρίνους

η περήφανη γη απέμεινε μες στη σκοτεινιά.

Ποτέ δε χάραξε η μέρα φέρνοντάς μας το παλιό της φως

Στις δικές μας απελπισμένες καμπές.

Ο καιρός της μοναξιάς είχε φτάσει

Με τον πυρετώδη του ρυθμό από αόρατα σπαθιά,

και η αβεβαιότητα και η απουσία κατέλαβαν

κάποιες απόκρυφες χαραμάδες

μέσα στις τρυφερές Ανοίξεις.

Κάποτε κοιτάζω τον ερημικό δρόμο Έστερ Φεστίνι.

Καταφεύγω στη θαλπωρή της αγάπης

που με περιμένει.

Και με άπειρη τρυφερότητα κοιμάμαι πεπεισμένος

ότι η νύχτα δεν είναι αιώνια.

 

 

ALGUNAS PUBLICACIONES DE  CARLOS ZUÑIGA SEGURA

CARLOS ZUÑIGA SEGURA
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CARLOS ZUÑIGA SEGURA

Nació el 19 de junio de 1942, en la provincia de Tayacaja (Huancavelica), donde realizó estudios escolares de secundaria. Formó parte del grupo Poetas Mágicos, junto a escritores peruanos como César Toro Montalvo, Omar Aramayo y Roger Contreras, quienes realizaron un concilio en 1970 en Jauja, Junín.

Carlos Zúñiga Segura obtuvo el Primer Premio de los Juegos Florales “Abraham Valdelomar” de la Municipalidad de Ica; Mención Honorífica en la VIII Bienal Internacional de Poesía, Chile 1997. Ostenta numerosas distinciones de instituciones nacionales e internacionales: Académico Benemérito del Centro Cultural, Literario y Artístico de O Journal de Felgueiras, Portugal; Miembro Honorario del Grupo Literario “Lumbre” de Chile; Reconocimiento Institucional a la Creatividad otorgado por la Biblioteca Nacional del Perú, 2001; Máxima Condecoración Municipal “Félix Dibós” por la Municipalidad de Magdalena del Mar; Hijo Predilecto de Tayacaja otorgado por la Municipalidad de Tayacaja, 2009.

Es fundador y director de la revista de poesía La Manzana Mordida y de las Ediciones Capulí, ambas fundadas el 23 de septiembre de 1975. Ha participado en conferencias y recitales en los principales centros culturales del Perú y en las repúblicas de Ecuador, Colombia, Alemania y Cuba. Parte de su obra poética ha sido traducida a diversos idiomas. Actualmente realiza actividades culturales en el distrito limeño de Magdalena del Mar, lugar donde reside.

FUENTE : https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Z%C3%BA%C3%B1iga_Seguraa

miércoles, agosto 17, 2022

Crepúsculo Adentro por Javier Sologuren

 

Crepúsculo Adentro  por Javier Sologuren


Crepúsculo Adentro  por Javier Sologuren

¿Cómo naciste, flor, cómo el viento
te fue tocando bajo ardientes nubes,
cómo lo tierra se abrió desde el silencio,
cómo entró en tu pequeño corazón el agua?
Veme a tu lado, veme la mirada,
veme arrastrado por una ola de extenso murmullo
por un espacio despierto que calla y respira.
Teniendo bajo tus labios, bajo tu sombra desnudo,
voy yendo paso a paso a un país que desconozco,
a un valle de agua tranquila entre colinas de fuego.
Desciendo en el hueco de una mano que guarda día y noche,
invierno y primavera, otoño y estío, canto y silencio,
que junta entre sus dedos la fauna de la luz,
la púrpura que el día bañará en sagrada dulzura.
Veme agitado, veme inclinado, veme viéndome, flor,

debajo de un puñado terrestre que se incendia y un misterio.

 

domingo, agosto 14, 2022

Un cuento de Marco Martos

Un cuento de Marco Martos

El escritor había publicado una novela sobre Sarita Colonia y estaba muy ufano de la recepción de la crítica. Había ido a visitar a una amiga en el distrito de Jesús María, en Lima, y salió, pasada la media noche, en medio del frío y la garúa. Llevaba un sombrero y una bufanda y tomó un taxi en la avenida Cuba. Se sentó al lado del chofer, cosa no recomendada por los especialistas. Pudo ver en la repisa del auto que había una imagen de Sarita Colonia, asunto tal vez nimio que lo llenó de infantil orgullo. Volteó entonces hacia el conductor para iniciar una conversación y advirtió en él la cicatriz de un tajo que le atravesaba la cara. Con voz temblorosa el escritor dijo: " ¿Usted cree en Sarita Colonia?" "Sí", fue la cortante respuesta. "¿Y le ha hecho algún milagro?" "No, pero a usted sí, bájese en la esquina, pensaba asaltarlo, pero Sarita lo ha salvado". El novelista recuperó el ánimo y antes de bajar, buscó en su morral un ejemplar de la novela que le obsequió al chofer.

Marco Martos


Un cuento de Marco Martos

El escritor había publicado una novela sobre Sarita Colonia y estaba muy ufano de la recepción de la crítica. Había ido a visitar a una amiga en el distrito de Jesús María, en Lima, y salió, pasada la media noche, en medio del frío y la garúa. Llevaba un sombrero y una bufanda y tomó un taxi en la avenida Cuba. Se sentó al lado del chofer, cosa no recomendada por los especialistas. Pudo ver en la repisa del auto que había una imagen de Sarita Colonia, asunto tal vez nimio que lo llenó de infantil orgullo. Volteó entonces hacia el conductor para iniciar una conversación y advirtió en él la cicatriz de un tajo que le atravesaba la cara. Con voz temblorosa el escritor dijo: " ¿Usted cree en Sarita Colonia?" "Sí", fue la cortante respuesta. "¿Y le ha hecho algún milagro?" "No, pero a usted sí, bájese en la esquina, pensaba asaltarlo, pero Sarita lo ha salvado". El novelista recuperó el ánimo y antes de bajar, buscó en su morral un ejemplar de la novela que le obsequió al chofer.

 

jueves, agosto 11, 2022

Visiones de Marco Martos

 
Visiones de Marco Martos

Visiones de Marco Martos

 
Dejo atrás los sonidos de la calle y subo por una escalera de mármol, hasta una galería repleta de salones de belleza que me enceguecen con sus luces y sus insólitos letreros, depilado hindú, permanente brasileña, y parloteos que adivino desde lejos por los movimientos de los labios. Cruzo una verja y sigo escalando por unas gradas alfombradas. Una puerta se abre y una sonrisa de mujer en las sombras me invita a sentarme. La muchacha barre, discreta, y la estancia va quedando muy ordenada. Luego, por señas, me invita al reposo, en la gran cama, debajo de las sábanas. Es algo insólito, no previsto, me acuesto completamente vestido y ella hace lo propio. Estamos en actitud religiosa. Y nuestras manos empiezan a buscarse en esas oscuridades.
 
Poema de prosa del libro "Mar del Perú" 
 
Visiones de Marco Martos

 

 

HOJA DE VIDA POR RICARDO GONZÁLEZ VIGIL

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