Tu habitas la santa locura. Es tu casa.
Dentro vociferas, te paseas como un león en su jaula.
Lanzas rugidos en varios idiomas, anatemas
contra dragones que roban los cálamos,
y gustan tomarse fotografías en las tabernas de Sevilla,
en el Partenón, en el Pireo, junto a las barcas,
como si eso bastara para hacer suyas las voces de García Lorca,
o las de Píndaro o las de Sófocles y Aristófanes.
Calmado, más tarde, te paseas por las lenguas
que en los laberintos te han llegado al alma:
el castellano americano de Darío o Vallejo,
el griego que bien hablas de Ritsos, Elitys,
de Melina Mercouri, que te adoraba.
Ganas el corazón de desconocidos,
que te llaman con mucho gusto, hermano,
trabajas de sol o sol, como Aristóteles
y escuchas la música sagrada que viene
de las montañas de Macedonia
y se va por el mundo montada
en el caballo de Alejandro el grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
De mis manos brotarán
amapolas rojas como la sangre.
Así, quizás mi poesía sea eterna.
MI POESÍA SOY YO
FANNY JEM WONG M
LIMA - PERÚ