Hiromi Kawakami reconoce plantas, bacterias,
la pelambre oscura o clara de los gatos de Soseki,
Va a la taberna y pide una copa de sake,
Sopa ramen, cebollino y brotes de bambú,
Regresa reconfortada a su habitación,
Se enrosca como una serpiente cero
Y se queda dormida profundamente en el futón,
Entre mantas y enormes almohadones.
Es entonces que su imaginación se desata
Y va creando historias de vidas profundas
En su simplicidad, de hombres y mujeres,
Vacilaciones, dudas, certidumbres, todo
Lo que concierne a los seres humanos
Aparece en sus sueños y se vierte al papel
Cuando despierta en mañana, frente al mar
del Japón milenario, colmado de reverencias
y de pájaros y mariposas de distintos colores.
Aquello que escribe, lo reconocen millones
Que se encandilan en una multitud de lenguas
Y van diciendo su nombre con genuina admiración
por la precisión de sus palabras llenas de amor
por cada uno de sus personajes inolvidables.
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De mis manos brotarán
amapolas rojas como la sangre.
Así, quizás mi poesía sea eterna.
MI POESÍA SOY YO
FANNY JEM WONG M
LIMA - PERÚ