Carlos López Degregori - Unos guantes de cabritilla(IV) |
Carlos López Degregori - Unos guantes de cabritilla (IV)
Todos esperamos que algo nos suceda
y a mí
solo me ha ocurrido esta mano.
Cuando comenzaba el siglo XVI,
Manuel I recibió un rinoceronte de la India.
Después de deslumbrar a toda la corte de Lisboa
quiso enviarlo al Papa León X
como una seña de espléndida imposibilidad.
En la travesía a Roma el navío naufragó
y el monstruo que viajaba cruzado de cadenas
pereció ahogado.
En 1515, a partir de la sola descripción de un testigo,
dibujaste a la criatura:
no lo hiciste para fijar una bestia desconocida
sino para reconocerte a ti mismo
como un animal de alivio.
Pintaste lo que nunca habías visto:
reuniste en un punto umbrío
tu ceguera
y la vertiginosa inseguridad de las representaciones:
y lo hiciste con una mano desorbitada,
sin ojos que la guiaran,
neumática y autómata,
extraviada en los dedos vacíos de dios.
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De mis manos brotarán
amapolas rojas como la sangre.
Así, quizás mi poesía sea eterna.
MI POESÍA SOY YO
FANNY JEM WONG M
LIMA - PERÚ