Delivery en Glovo para Mahoma de Julia Wong Kcomt
Delivery en Glovo para Mahoma de Julia Wong Kcomt
Aquí va un pedazo de Montaña Mahoma, no sé cuál fue el último estado de las cosas, si tú te acercabas o ella iba a ti. Confuso, como el cielo amoratado que te cubre, distinto al que siento sobre mí. Lima colapsa, los gatos de colorete se acicalan en sus dueñas amancebadas con softporno.
Hice varios saludos al sol. Mirando al sur. Me he entregado a la devoción al Sol, Mahoma: tú eres un profeta. Yo soy un pedazo enfermo del sur. Observa que profeta y Mahoma terminan con la letra a. Esa vocal es característica de una mujer. Devota, odiada, reina, golpeada, ama, ensimismada, enferma, confundida, espinosa. Cuerpo y enfermo, terminan en o.
Para ti que llevas el género transmutado en tu nombre, envío un pedazo de montaña.
Observa Mahoma, yo he subido esa Montaña cada día. Le he pedido que me acerque a Dios y he resbalado, aún sobre mi enojo, he gritado y vociferado, despotricado al camino por estar mutilado y no ofrecer asfalto para subir a la sima, he caído y me he vuelto a poner de pie.
En cada explanada de las plazas, he hecho venias y he rezado. He vuelto a saludar al sol, aunque estuviera escondido. ¿Por qué se llaman de armas las plazas?
Hija, mamá gallina, compañera, esposa, escritora con a, cantante, amante, fiel (se prestan la e) y actriz, pilota de avión, Viajera y pésima maestra de las piedras. Cumplir con el dogma no cura la carne, nos salió mal el trabajo. He llorado escondida y he gritado como una loca. Antes que tener una profesión, he sido una loca, perdida en la lógica del dominio y he seguido subiendo la montaña. Pero he caído, pero también me he levantado.
¿Era la montaña cicatriz / verruga de un dios perverso?, osábamos pisar su dolor bajo los pies, calmar el nuestro, o era la montaña la imposibilidad de ser, llegar tan alto que el cuerpo se destruyera al llegar, sería eminente la pérdida del deseo.
Mahoma, allí en el paquete con el ciclista de Glovo, va un pedazo de montaña.
Es el pedazo que casi me cae en la cabeza, pero alcancé agarrar con mis manos. No me ha golpeado. Dios me estaba probando, a ver si por fin me daba cuenta que él me aborrecía y quería destruirme, por subir su montaña, cuando él había dicho que tú y la montaña estaban unidos para siempre y que tú eras el elegido para subirla, yo no.
Pero verás, que yo he querido subir la montaña y descubrir porque cuando tú no vas, ella tiene que ir a ti y encontrar signos imprevistos para tocar tu tienda.
Allí está la montaña Mahoma, afuera de tu carpa urbana, esperando que la reconozcas y así pueda contarte de mí escalada. Aunque estaba prohibido: yo subí. Y las piernas me sangraron y perdí los dientes y enfermé de amor.
Muchos me dijeron que era un castigo.
Pero no es castigo Mahoma, yo estoy poseída por esta luz sin nombre que te persigue y te busca, cuando tu no vas a ella, yo pido un Delivery y voy hacia ti.
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De mis manos brotarán
amapolas rojas como la sangre.
Así, quizás mi poesía sea eterna.
MI POESÍA SOY YO
FANNY JEM WONG M
LIMA - PERÚ