Carlos López Degregori - Unos guantes de cabritilla (I)
I
Dejaron una mano en la puerta de mi casa
enroscada en una cesta
entre vendas y sedas.
Era una mano de gruesa arboladura
acostumbrada seguramente a realizar todos los trabajos,
pero intensa a la vez,
alargada
y con una extraña luz que irradiaba
desde algún punto invisible de los nervios
o los huesos.
Me la probé
y se ajustó perfectamente a mi antebrazo
como un guante de cabritilla
o una extremidad
que se ensimisma en un muñón
que ha estado siempre aguardándola.
Carlos López Degregori - Unos guantes de cabritilla (I) |
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De mis manos brotarán
amapolas rojas como la sangre.
Así, quizás mi poesía sea eterna.
MI POESÍA SOY YO
FANNY JEM WONG M
LIMA - PERÚ