I
Asunto De Confesionario
Escucha, los ecos de estos cantos,
atrevidos, indiscretos, dispuestos.
Atiende, el llamado rozagante del deseo,
la tentación convertida en palabras y quémate.
Disfruta lentamente de este banquete de letras,
Predicador de la falsa inapetencia.
Fuego muerto ¡Renace! ¡Avívate!
Mira, como desnudo una a una las silabas,
hasta que la mano sin poder resistirse, proteste.
Hasta que los ojos, salten asustados de sus orbitas.
Hasta que los versos, copulen enfebrecidos,
despertando la perversidad de los instintos,
entonces y solo entonces, resplandeceré en tu mente.
Desliza los dedos sobre los contornos del poema,
apriétalo fuerte entre los puños, cierra los ojos, sueña.
Sobre esta sábana de letras, no te contengas,
escribe un ¡Te amo! Sin remordimientos
Quítate la máscara, de una buena vez y para siempre
Desnúdate del falso hábito de señor intachable.
Libérame del dolor que envuelve mis cabellos.
No hagas de mí, un asunto de confesionario.
II
Fiebre De Entrañas
Eres perverso amor, fiebre en las entrañas,
rama de sándalo enterrándose en el centro.
Torrente furioso que sube y baja incesantemente,
bañando con tu predica las cálidas grietas.
Enciéndeme con rojas palabras las agonías,
muérdeme de a pocos el cerebro,
hazme dueña de tus resplandores
Quémame despacio, largo, profundo,
Márcame las flores amarillas,
cólmame la copa de esencias.
Libérame de los escombros de tus ausencias.
Embriágame gran río de tu fresco aroma
Vísteme completa de enardecida y celeste luz.
Escribe sobre mí, con la punta de la lengua,
la mejor de tus obras.
Recoge los guijarros, únelos si puedes,
devuélveme los sueños.
Provócame hasta el delirio, sé huésped y prisionero.
Muérete una y mil veces entre estas carnes,
Atraviésame de extremo a extremo azul espejo,
violéntame furioso las aguas con tus mares de espuma,
cúbreme al fin de símbolos y signos ilegibles
Sosiégame con perseverante obstinación,
la fiebre de mis entrañas y miénteme.
III
Castillos De Naipes
Derribaré de un golpe los puentes, al caer el alba,
cubriré de polvo, cal y azufre los oscuros corredores
colocaré enormes biombos tras cada puerta,
tapiaré ventanas, con enormes abanicos.
Cubriré con sedas negras, los viejos espejos,
vestiré con rojas plumas ausencias y ansiedades,
arrojaré en un pozo los candiles de esmeraldas,
ahogaré los inquietos pensamientos.,
romperé la triste pluma del faisán.
Arrancaré el corazón y las flores de durazno,
vaciaré el tintero sobre los papeles de arroz,
desterraré de mi frente los castillos de naipes,
adormeceré la mente con alfileres de perlas.
Retornaré por fin a mis mareas negras y rojas
Total ¿Qué más da? ¿A Quién le importa?
Un absurdo mundo de pesadas tortugas,
de hachas sostenidas por finos hilos sobre sus gargantas.
Total ¿Qué más da? ¿A Quién le importa?
Los pájaros azules, las blancas grullas,
las mariposas de fuego, los capullos de seda,
o si las amapolas que brotan de mis manos, van perdiendo su color
¿A Quién demonios le importa?
FANNY JEM WONG
Cinco estaciones completas acarreando tierra cálida, musgo fresco y buena semilla.Verso tras verso, anduve muda entre los corredores de mi jardín secreto, que tonta fui, hasta hoy me doy cuenta de que estaba vacío. Siempre seré Alicia , aunque no exista un conejo, ni un hombre de latón.
JEM
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De mis manos brotarán
amapolas rojas como la sangre.
Así, quizás mi poesía sea eterna.
MI POESÍA SOY YO
FANNY JEM WONG M
LIMA - PERÚ